Crowdlending y crowdfunding

Crowdlending y crowdfunding: invertir ayudando a otros

En los últimos años han surgido nuevas formas de inversión que van más allá de los bancos y de la bolsa tradicional. Internet ha permitido que miles de personas unan fuerzas para financiar proyectos, empresas o personas que necesitan apoyo económico. A este fenómeno lo conocemos como financiación colaborativa, y dentro de él destacan dos modalidades: el crowdlending y el crowdfunding.

Ambos modelos permiten que inviertas tu dinero, pero con un enfoque distinto: en lugar de ser un simple número en una entidad bancaria, estás participando directamente en la vida de emprendedores, empresas o causas sociales.

En este artículo veremos en qué consiste cada uno, cómo funcionan, qué ventajas y riesgos tienen, y por qué se consideran una forma de “invertir ayudando a otros”.


¿Qué es el crowdfunding?

El crowdfunding (financiación colectiva) es un sistema en el que muchas personas aportan pequeñas cantidades de dinero para financiar un proyecto.

Se utiliza sobre todo en:

  • Proyectos creativos: películas, música, videojuegos, libros…
  • Emprendimientos: nuevas empresas que buscan capital inicial.
  • Causas sociales o solidarias: campañas benéficas, ayuda en catástrofes, proyectos comunitarios.

👉 Ejemplo:
Un grupo de cineastas necesita 20.000 € para rodar un corto. En lugar de pedir un préstamo bancario, crean una campaña de crowdfunding. Si 1.000 personas ponen 20 €, logran su objetivo.

Tipos de crowdfunding:

  1. Donación → el dinero se da sin esperar nada a cambio (típico en proyectos solidarios).
  2. Recompensa → aportas dinero y recibes algo simbólico (ejemplo: tu nombre en los créditos, un ejemplar anticipado de un libro).
  3. Equity crowdfunding → aportas dinero a una empresa y recibes a cambio participaciones o acciones.

¿Qué es el crowdlending?

El crowdlending es parecido, pero con una diferencia clave: aquí tu dinero no es una donación ni una aportación simbólica, sino un préstamo a cambio de intereses.

Funciona así:

  • Una empresa o persona necesita financiación.
  • En lugar de pedir un préstamo a un banco, acude a una plataforma de crowdlending.
  • Inversores particulares (como tú) prestan su dinero en pequeñas cantidades.
  • El prestatario devuelve el dinero en cuotas, con un interés pactado.

👉 Ejemplo:
Una pequeña empresa necesita 50.000 € para ampliar su negocio. Una plataforma conecta a 500 inversores, cada uno aporta 100 €. Con el tiempo, la empresa devuelve esos préstamos más los intereses.


Ventajas del crowdfunding y crowdlending

Ventajas del crowdfunding y crowdlending

Para el inversor:

  • Acceso a nuevas oportunidades: puedes participar en proyectos que te motiven o en empresas en crecimiento.
  • Diversificación: inviertes en varios proyectos con pequeñas cantidades en lugar de poner todo en uno solo.
  • Impacto social o personal: sientes que tu dinero está ayudando a alguien real, no solo generando números en un banco.
  • Posible rentabilidad: en crowdlending, recibes intereses; en equity crowdfunding, podrías beneficiarte si la empresa crece.

Para los emprendedores o beneficiarios:

  • Acceso a financiación sin bancos.
  • Validación del proyecto: si mucha gente apoya una idea, significa que tiene interés real en el mercado.
  • Comunidad: los inversores se convierten en embajadores del proyecto.

Riesgos a tener en cuenta

No todo son ventajas, también hay riesgos que debes considerar antes de invertir:

  1. Riesgo de impago (crowdlending): si la empresa o persona no devuelve el préstamo, puedes perder parte o todo tu dinero.
  2. Proyectos que no prosperan (crowdfunding): no hay garantía de que un proyecto creativo o empresarial llegue a buen puerto.
  3. Menos liquidez: tu dinero suele quedar bloqueado hasta que el proyecto finaliza.
  4. Falta de regulación en algunos casos: aunque cada vez hay más normativas, no siempre la protección al inversor es tan fuerte como en bancos.

Plataformas populares

Algunas plataformas conocidas de crowdfunding:

  • Kickstarter (proyectos creativos).
  • GoFundMe (causas sociales).
  • Verkami (arte y cultura).

Y de crowdlending:

  • Mintos.
  • October.
  • MyTripleA (enfocada en España).

👉 Importante: antes de usar cualquier plataforma, revisa siempre su reputación, comisiones y nivel de seguridad.


Estrategias para principiantes

Si quieres probar el crowdlending o el crowdfunding, aquí van algunos consejos:

  1. Empieza con cantidades pequeñas: prueba primero con 20, 50 o 100 € para aprender cómo funciona.
  2. Diversifica: no pongas todo en un único proyecto. Mejor repartir en varios.
  3. Infórmate bien del proyecto: revisa quién está detrás, sus objetivos y su credibilidad.
  4. Acepta el riesgo: invierte solo lo que estés dispuesto a perder.
  5. Combínalo con otros productos: no conviertas el crowdlending o crowdfunding en tu única forma de inversión.

Ejemplo práctico:

Imagina que tienes 500 € que quieres destinar a este tipo de inversión. Podrías repartirlos así:

  • 200 € en 4 proyectos de crowdlending (50 € cada uno).
  • 200 € en un equity crowdfunding de una startup que te interesa.
  • 100 € en un proyecto creativo de crowdfunding por recompensa.

De esta forma, diversificas el riesgo y apoyas distintas iniciativas.


Conclusión

El crowdlending y el crowdfunding son dos maneras modernas de invertir tu dinero ayudando a otros. No solo buscan rentabilidad, también te permiten ser parte de proyectos con propósito, apoyar a emprendedores o incluso impulsar causas sociales.

  • El crowdfunding es ideal si quieres apoyar ideas, causas o startups, a veces con recompensas emocionales más que financieras.
  • El crowdlending es perfecto si buscas un retorno económico claro a través de intereses.

Eso sí: como toda inversión, tienen riesgos. La clave es empezar con poco, diversificar y elegir bien las plataformas y proyectos.

En un mundo cada vez más digital y colaborativo, invertir ya no es solo cuestión de bancos: también puede ser cuestión de comunidad.