Cuando escuchamos hablar de “finanzas personales” muchas veces pensamos en términos complicados: inversiones, fondos, hipotecas, seguros… y creemos que eso no es para nosotros. Pero la realidad es que todo empieza con algo mucho más sencillo y poderoso: un presupuesto personal.
El presupuesto es la base sobre la que se construye una buena salud financiera. Si no sabes a dónde se va tu dinero, será muy difícil que logres ahorrar, pagar deudas o cumplir metas como viajar, comprarte un coche, independizarte o invertir.
En esta guía práctica voy a explicarte, paso a paso, cómo puedes organizar tus ingresos y gastos, de forma clara y sin tecnicismos. Da igual si eres estudiante, si ganas un sueldo básico o si ya trabajas desde hace años: todos podemos beneficiarnos de un presupuesto bien hecho.
¿Qué es un presupuesto personal?
Un presupuesto es simplemente un plan escrito de tus ingresos y gastos. Es como un mapa que te muestra cuánto dinero entra, cuánto sale y hacia dónde va.
Piénsalo así: si tu dinero fuera un coche, el presupuesto sería el GPS que te ayuda a no perderte en el camino. Sin él, es fácil gastar de más, endeudarse o no tener idea de por qué nunca te llega a fin de mes.
Paso 1: Conoce tus ingresos reales
El primer paso para crear tu presupuesto es saber cuánto dinero entra cada mes.
Aquí no solo hablamos de tu sueldo, también de cualquier ingreso extra:
- Horas extra o comisiones.
- Becas o ayudas.
- Dinero que ganes vendiendo algo o haciendo trabajos puntuales.
- Incluso regalos o entradas extraordinarias (aunque esas no deberías contarlas como fijas).
???? Consejo: utiliza siempre la cifra neta (lo que recibes en mano después de impuestos y descuentos).
Ejemplo: si cobras 1.200 € al mes y además tienes 100 € de ingresos extra por dar clases particulares, tus ingresos reales serían 1.300 €.
Paso 2: Registra tus gastos actuales
Mucha gente falla aquí porque subestima lo que gasta. Para ser realista, debes anotar durante al menos un mes absolutamente todos tus gastos:
- Gastos fijos: alquiler, luz, agua, internet, transporte, seguros.
- Gastos variables: comida, ocio, ropa, suscripciones, caprichos.
- Deudas: préstamos, tarjeta de crédito, etc.
???? Consejo: usa una libreta, una hoja de Excel o una app de finanzas personales. Lo importante es registrar todo (sí, incluso ese café de 1,50 €).
Ejemplo:
- Alquiler: 400 €
- Facturas: 120 €
- Transporte: 60 €
- Comida: 250 €
- Ocio y restaurantes: 150 €
- Suscripciones: 30 €
- Varios: 50 €
Total: 1.060 €
Paso 3: Divide tus gastos por categorías
Una forma muy práctica de organizar tu presupuesto es aplicar la regla 50/30/20:
- 50 % necesidades: lo esencial (alquiler, comida, transporte, servicios básicos).
- 30 % deseos: ocio, hobbies, viajes, cenas fuera.
- 20 % ahorro e inversión: dinero que guardas para tu futuro o para emergencias.
Si ganas 1.300 €, según esta regla deberías destinar:
- 650 € a necesidades.
- 390 € a deseos.
- 260 € a ahorro.
No te preocupes si al principio no puedes ahorrar el 20 %. Lo importante es empezar, aunque sea con 20 o 50 €.

Paso 4: Establece metas financieras
Un presupuesto no es solo para controlar, también para motivarte. Pregúntate:
- ¿Quiero ahorrar para viajar?
- ¿Quiero crear un fondo de emergencia de 1.000 €?
- ¿Quiero pagar mis deudas antes?
- ¿Quiero empezar a invertir?
???? Consejo: usa el método SMART (metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con fecha límite).
Ejemplo: “Quiero ahorrar 600 € en 6 meses para comprar un portátil nuevo”. Eso significa apartar 100 € cada mes.
Paso 5: Ajusta y mejora mes a mes
La primera vez que hagas un presupuesto puede que no cuadren las cuentas. Quizás descubras que gastas demasiado en comida fuera o que tus suscripciones suman más de lo que creías. Eso es normal.
La clave es revisar tu presupuesto cada mes y hacer pequeños ajustes:
- Reducir gastos innecesarios (ej. cancelar una suscripción que no usas).
- Buscar alternativas más baratas (ej. cocinar más en casa en lugar de pedir comida).
- Aumentar tus ingresos (ej. un trabajo extra puntual).
Con el tiempo, verás que tu control mejora y cada euro tendrá un propósito claro.
Herramientas útiles para crear tu presupuesto
Hoy en día no necesitas ser un experto en Excel para llevar tus finanzas. Existen muchas apps gratuitas y fáciles de usar:
- Fintonic (muy popular en España, conecta con tu banco).
- Money Manager (ideal para principiantes).
- Wallet (para organizar categorías y metas).
Si prefieres lo clásico, una simple hoja de cálculo en Google Sheets también funciona de maravilla.
Errores comunes al hacer un presupuesto
- Olvidar pequeños gastos: un café aquí, una botella de agua allá… al mes pueden ser 50 € o más.
- No ser realista: si te propones ahorrar 300 € pero apenas llegas a fin de mes, te frustrarás. Empieza con metas alcanzables.
- No revisar el presupuesto: hacer uno y olvidarlo en un cajón no sirve. Tienes que darle seguimiento.
- No dejar espacio para disfrutar: un presupuesto no significa vivir amargado. Deja un porcentaje para tus gustos y hobbies.
Conclusión
Crear un presupuesto personal es el primer paso para tomar el control de tu dinero. No se trata de limitarte, sino de darte claridad y libertad: saber que puedes pagar tus gastos, cumplir metas y, poco a poco, construir un futuro más tranquilo.
Recuerda: el dinero no se trata solo de números, se trata de lo que te permite lograr. Con un presupuesto bien hecho, podrás tomar mejores decisiones, evitar deudas innecesarias y vivir con menos estrés financiero.
Empieza hoy mismo: anota tus ingresos, registra tus gastos y organiza tu presupuesto. ¡Tu yo del futuro te lo agradecerá!

