Desde la regla del 50/30/20 hasta trucos cotidianos
Ahorrar dinero parece algo complicado cuando apenas estás empezando tu vida financiera. Tal vez estudias, trabajas a tiempo parcial o tienes tu primer empleo y sientes que el dinero nunca alcanza. Pero la verdad es que no necesitas ganar una fortuna para empezar a ahorrar: lo que necesitas es organización, constancia y algunos trucos prácticos.
En este artículo quiero compartirte los métodos de ahorro más fáciles para jóvenes y principiantes, explicados de manera sencilla y con ejemplos reales. Verás que, aplicando poco a poco estas ideas, podrás construir un hábito que marcará la diferencia en tu futuro financiero.
1. La regla del 50/30/20: el clásico que funciona
Este método es uno de los más populares porque se adapta muy bien a cualquier nivel de ingresos. La idea es dividir tu dinero en tres grandes bloques:
- 50% para necesidades: aquí entran gastos básicos como alquiler, transporte, comida, facturas y todo aquello que realmente necesitas para vivir.
- 30% para deseos: lo que gastas en ocio, salidas con amigos, viajes, ropa o cosas que disfrutas pero no son indispensables.
- 20% para ahorro e inversión: este porcentaje lo destinas a guardar en una cuenta de ahorros o, cuando tengas más conocimientos, a invertir.
Por ejemplo: si ganas 1.000 € al mes, deberías usar 500 € en necesidades, 300 € en deseos y 200 € en ahorro. Aunque no siempre sea posible cumplirlo al 100%, tener esta referencia te ayuda a poner orden en tus finanzas.
2. El método de los sobres digitales
Antes se usaba con sobres de papel y dinero en efectivo, pero hoy en día puedes hacerlo con aplicaciones bancarias que permiten crear “subcuentas” o “apartados”. La idea es separar tu dinero en categorías desde el primer día que cobras.
Ejemplo:
- Sobre de “Comida” → 200 €
- Sobre de “Transporte” → 80 €
- Sobre de “Ocio” → 150 €
- Sobre de “Ahorro” → 150 €
De esta forma, cuando gastas, sabes exactamente cuánto te queda en cada apartado. Y lo más importante: no tocas el dinero destinado al ahorro porque está separado desde el inicio.
3. El reto del ahorro semanal o mensual
Es un método divertido y motivador. Consiste en ir guardando una cantidad fija que va aumentando con el tiempo.
- Reto de 52 semanas: la primera semana ahorras 1 €, la segunda 2 €, la tercera 3 €… y así hasta llegar a 52 €. Al final del año tendrás 1.378 € sin darte cuenta.
- Reto del ahorro mensual: más sencillo, decides una cantidad fija cada mes (por ejemplo 50 €) y la guardas religiosamente. Al final de un año tendrás 600 € extra.
Estos retos funcionan porque convierten el ahorro en un juego y te ayudan a ser constante.
4. El truco del “págate primero”
Muchas personas ahorran lo que sobra a fin de mes, pero el problema es que casi nunca sobra. El truco es hacerlo al revés: apenas recibas tu sueldo o ingreso, aparta una parte para ahorro antes de gastar en otra cosa.
Puedes programar una transferencia automática a una cuenta separada. Así no tienes que pensarlo y el ahorro ocurre sin esfuerzo. Aunque sean 20 o 30 € al mes, con el tiempo crecerán y te sentirás orgulloso de ver resultados.

5. Usa apps de finanzas para controlar gastos
Hoy en día existen aplicaciones gratuitas como Fintonic, Revolut, Mint o incluso las propias apps de tu banco que te muestran en qué gastas tu dinero. Verlo en gráficos y categorías te abre los ojos: a veces no notas que gastas demasiado en cafés, transporte o compras online hasta que lo ves en números.
Llevar ese control te permitirá tomar mejores decisiones y ajustar tus gastos sin tener que privarte de todo.
6. Trucos cotidianos que marcan la diferencia
No todo son métodos financieros complejos. Pequeños cambios en tu día a día pueden ayudarte a ahorrar más de lo que imaginas:
- Prepara comida en casa: llevar tu propio tupper a la universidad o al trabajo puede ahorrarte 100 € o más al mes.
- Evita compras impulsivas: si quieres algo, espera 48 horas antes de decidirte. Muchas veces ni lo necesitas.
- Aprovecha descuentos y segunda mano: aplicaciones como Wallapop o Vinted son perfectas para comprar cosas en buen estado a menor precio.
- Cancela suscripciones que no uses: plataformas de streaming, gimnasios o apps que pagas y no aprovechas.
- Camina o usa bicicleta: además de ahorrar en transporte, cuidas tu salud.
Son acciones sencillas, pero sumadas hacen un gran impacto en tu bolsillo.
7. Crea un fondo de emergencia
Más allá de ahorrar para viajes o caprichos, es vital que construyas un pequeño colchón financiero para imprevistos. Se recomienda tener al menos el equivalente a 3 meses de gastos básicos.
No necesitas hacerlo de golpe: empieza con 100 €, luego 200 €… y sigue sumando poco a poco. Ese fondo te dará tranquilidad en caso de que surjan problemas de salud, desempleo o gastos inesperados.
8. Combina ahorro con inversión
Ahorrar está muy bien, pero recuerda que tener todo tu dinero parado en una cuenta no siempre es la mejor opción, porque pierde valor con la inflación.
Cuando ya tengas un fondo de emergencia y cierto control de tus finanzas, puedes empezar a aprender sobre inversión básica: fondos indexados, planes de inversión automáticos o incluso educación financiera gratuita. La idea es que tu dinero empiece a trabajar para ti, aunque sea poco a poco.
Conclusión
Ahorrar no es cuestión de tener un gran sueldo, sino de tener disciplina y buenos hábitos. Como joven o principiante, lo más importante es empezar desde ya, aunque sea con cantidades pequeñas.
- La regla del 50/30/20 te da un marco claro.
- Los sobres digitales y el truco de “págate primero” te ayudan a organizarte.
- Los retos de ahorro hacen que el proceso sea divertido.
- Los trucos cotidianos reducen gastos sin sacrificar tu calidad de vida.
Si aplicas estas ideas poco a poco, te sorprenderá lo mucho que puedes lograr en un año. Y recuerda: cada euro que ahorras hoy es una inversión en tu libertad futura.

